La Terapia Gestalt o la terapia del darse cuenta se enmarca en el ámbito de la Psicología Humanista que propugna la necesidad de considerar al ser humano como un todo, centrándose más en la salud que en la enfermedad. Los principales responsables de la terapia Gestalt son Fritz y Laura Perls que se inspiraron de distintos modelos para crear una forma de trabajo que se ha aplicado a muchos ámbitos sociales y humanos desde su creación, poniendo en práctica sus principios. De hecho, el trabajo que se ofrece con orientación gestáltica es muy amplio y no se centra en la enfermedad mental sino en desarrollarse como persona.

Después de estudiar la carrera de psicología en la cual se hace un recorrido por los distintos modelos y disciplinas de psicología me decanté por formarme en Terapia Gestalt por distintas razones. En primer lugar, la herramienta principal de trabajo es la persona del terapeuta, lo que para mi significa es que siendo yo misma y fluyendo con la vida es como mejor voy a trabajar. Esto para mi es mucho más auténtico que adoptar un modelo ajeno a mi y que en la práctica real no funciona. Además, tiene una metodología que a mi parecer permite la integración de otros modelos psicológicos de los cuales también he aprendido mucho. Por último, gracias a mi padre que era colaborador de Claudio Naranjo, de referencia en el mundo de la Gestalt, tuve la oportunidad de conocer más su trabajo y participar en sus talleres.

Me formé en la Escuela Madrileña de Terapia Gestalt con el equipo de Paco Peñarrubia, una de las personas de referencia en España en la Terapia Gestalt. Y desde hace años soy miembro de la Asociación Española de Terapia Gestalt, y he trabajado como docente de la formación en Terapia Gestalt que ofrece la Escuela de Psicoterapia Integrativa Síntesis, País Vasco.

Asimismo, he aprendido de otros modelos en los que me he formado y he aprendido también y que obviamente integro en mi práctica profesional y en mi trabajo personal como son: la Terapia Sistémica, la Terapia Psicodinámica, la Terapia Cognitiva basada en el Mindfulness, la Terapia Focalizada en las Emociones, entre otras.

Podemos resumir el enfoque de la terapia gestáltica en tres principios fundamentales:

  1. Aquí y ahora. La Terapia Gestalt se centra sobre todo en el presente porque es la única experiencia que nos puede dar información fidedigna y que nos puede ayudar a conectar con el cuerpo y las emociones. Mirar al pasado o al futuro nos deja en el reino de lo intelectual y por lo tanto no nos ayudará.
  2. Toma de Conciencia. El centrarse en la experiencia presente en realidad nos va ayudar a darnos cuenta y conectar con nuestra experiencia. Y eso en sí como sabemos es sanador. Y es un darse cuenta del ser a nivel holístico, a partir de ver lo obvio.
  3. Responsabilidad. Esa toma de conciencia es la base para que la persona se haga cargo de su experiencia. El terapeuta no es el experto que va a salvar a al persona sino que es el acompañante en ese proceso de sanación que va a tener lugar por sí mismo si permitimos al organismo fluir, lo que se conoce como la autorregulación organísmica del ser humano.